Clinica de Ginecología Oncológica

¿Qué es el cáncer ginecológico?

 

El cáncer de ginecológico es el crecimiento descontrolado de las células en los órganos reproductores femeninos, siendo los más frecuentes: 

 

  • Cáncer de cuello uterino
  • Ovario
  • Útero
  • Vagina y vulva

 

Tipos de cáncer

 

  • Carcinomas de células escamosas: Estos tipos de cánceres se desarrollan a partir de células en el exocérvix, originándose con mayor frecuencia en la zona donde el exocérvix se une al endocérvix.
  • Adenocarcinomas: Son originados en las células glandulares. El adenocarcinoma cervical se origina en las células de las glándulas productoras de mucosidad del endocérvix.
  • Carcinomas adenoescamosos: Son tipos de cánceres menos frecuentes donde se caracteriza por haber presencia de células carcinomas y adenocarcinomas.

Los síntomas de cáncer suelen ser distintos en cada persona. Algunas personas no presentan ningún tipo de signo, siendo más difícil de detectar tempranamente.

Algunas señales de alerta son:

  • El sangrado o secreción vaginal anormal es común en todos los cánceres ginecológicos menos el cáncer de vulva.
  • El sentirse demasiado llena rápidamente o la dificultad para comer, la hinchazón y el dolor abdominal o dolor de espalda son comunes solo en el cáncer de ovario.
  • El dolor o presión en la pelvis es común en los cánceres de ovario y de útero.
  • Necesidad de orinar con mayor frecuencia o urgencia y/o estreñimiento son comunes en los cánceres de ovario y de vagina.
  • El comezón, ardor, dolor o sensibilidad en la vulva y los cambios en el color o en la piel de la vulva, como sarpullido, úlceras o verrugas, son comunes solo en el cáncer de vulva.

¿Cómo se realiza el diagnóstico? 

 Se inicia con una sospecha de cáncer el cual se puede verificar por medio de:

  • Examen colposcópico: el médico revisa y verifica si hay presencia de células anormales.
  • Biopsia: Se toma una muestra de tejido para ser analizado y determinar la presencia de células cancerosas, las biopsias más usadas son:
  • Biopsia por punción: por medio de una herramienta afilada se retiran muestras de tejido del cuello uterino.
  • Legrado endocervical: con un instrumento pequeño en forma de cuchara es raspada una pequeña muestra de tejido del cuello uterino.

En caso de que estas muestras evidencien alguna anomalía se procede con la realización de exámenes de profundización. 
 

 

El cáncer se trata de diferentes formas dependiendo del tipo de cáncer que se presente y si este se ha diseminado. Las personas pueden ser tratadas por medio de: 

  • Cirugía

En la mayoría de los pacientes con cáncer ginecológico se emplea algún tipo de cirugía como parte del tratamiento. El tipo de procedimiento quirúrgico va a depender de la intención del tratamiento y estadio clínico y/o patológico de la enfermedad, de igual forma, cabe anotar que se pueden dar diferentes procedimientos quirúrgicos de forma combinada.

 

 

  • Inmunoterapia

La inmunoterapia es el uso de medicamentos para estimular el sistema inmunitario de la persona para que reconozca y destruya a las células cancerosas con más eficacia. Esta terapia se puede utilizar para tratar a algunos tipos de cáncer ginecológico. 

  • Quimioterapia

Se busca reducir o eliminar el tumor mediante el uso de medicamentos, los cuales pueden administrarse en tabletas o por vía intravenosa. El tratamiento con quimioterapia está indicado para algunas pacientes según el estadio de la enfermedad y condición clínica del paciente.

  • Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento con rayos (o partículas) de alta energía que destruyen o reducen las células cancerosas.  Se puede utilizar en varias situaciones como: 

Después de la cirugía como mecanismo para ayudar a reducir la probabilidad de que el cáncer regrese en el mismo lugar o en los ganglios linfáticos adyacentes. 

Después de una cirugía, si se trataba de una lesión tumoral o si se encuentra cáncer en muchos ganglios linfáticos, o si ciertos márgenes quirúrgicos tienen cáncer, como los de la piel o los músculos.

Si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo, como los huesos o el cerebro.

  • Terapia hormonal

Este tipo de terapia está indicado en su mayoría para tumores con receptores hormonales (estrógenos y progestágenos) positivos, sin embargo, hay algunos casos donde se recomienda su utilización teniendo en cuenta riesgo- beneficio.